De un tiempo a esta parte, las redes sociales está llenas de gente que supuestamente te regala ebooks, guías, folletos, plantillas, etc. - ¡GRATIS! - pero a la hora de la verdad, de gratis nada. Te piden nada menos que te suscribas a su lista. ¡Señoras y señores, eso no es gratis!
Nos quejamos de la letra pequeña de los bancos, pero el "regalito" gratis a cambio de suscribirte, pero sin avisarte de que si te interesa tienes que suscribirte, viene a ser lo mismo.
Por eso, si algún día regalo algo, lo regalaré gratis total. Sin compromiso de suscribirte. A lo sumo te invitaré a darme tu email para preguntarte dentro de un tiempo si mi regalo ha sido de utilidad. Y si para entonces saco una newsletter, entonces, y sólo entonces, y sólo si tu respuesta ha sido positiva, te enviaré un mail invitándote a suscribirte a mi newsletter.
Estoy convencida de que si mi regalito es útil, y mi newsletter interesante, no tendré menos lectores que los que regalan detallitos a cambio de suscribirse a una lista.
Y el día que tenga una newsletter, si escribo sobre temas diversos, segmentaré. Y de vez en cuando preguntaré a mis lectores si mi frecuencia es excesiva o me quedo corta. Y quizá vuelva a segmentar. Entiendo que los programas de email-marketing permiten segmentar. Claro que es trabajo extra. Igual que dirigirte a una mujer utilizando femeninos y a un hombre masculinos. O utilizando un lenguaje no marcado (opción que no acaba de convencerme).
En las páginas más comerciales ya suele ser habitual, especialmente en Alemania, que indiques tu género. Y además te dejan una tercera opción, que no he utilizado nunca, pero que allí está.
En fin ..... que alguna vez tenía que decirlo.